a
autógama o alógama
de una especie, no depende de cómo y dónde pueda
formar gametos, sino de cuáles de los gametos se unen entre si para constituir
el cigote.
La diferenciación entre autógama y alógama tiene gran
importancia, ya que los métodos de mejoramiento aplicables al grupo de plantas
autógamas son, en su mayoría, diferentes de los que se aplican a las especies
alógamas. La diferencia más importante entre estos dos grupos consiste
fundamentalmente en la estructura genética de las poblaciones, es decir, a la
endogamia o exogamia (alogamia) que presenten dichas poblaciones.
EI que una población sea homogénea o heterogénea y
heterocigota u homocigota depende principalmente de la forma de reproducción de
la especie; pero más bien, depende de la manera como se haya reproducido
durante las últimas generaciones.
- Especies autógamas
Las especies autógamas son aquellas que se reproducen
por autofecundación, es decir, los gametos que se unen para formar el cigote
proceden de la misma planta.
Las poblaciones de plantas autógamas consisten,
generalmente, en una mezcla de líneas homocigotas. La proporción de
polinización cruzada natural dentro de las especies autógamas puede variar de 0
a 5%. Los siguientes son algunos ejemplos de plantas autógamas:
Cebada
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Cacahuate
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Tabaco
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Arroz
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Chícharo
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Tomate
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Trigo
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Soya
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Cítricos
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Fríjol
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Ajonjolí
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Lino
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Garbanzo
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Café
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Avena
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Durazno
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Trébol
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Chile
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Especies alógamas
Las especies alógamas son aquellas que se producen por
medio de polinización cruzada, es decir, que los gametos (masculino y femenino)
que se unen para formar el cigote son de plantas diferentes. Por lo tanto, son
especies alógamas las siguientes:
a) Plantas dioicas.
b) Plantas autoestériles.
c) Plantas de polinización cruzada (por viento, insectos, agua, etc.).
d) Plantas autoincompatibles.
b) Plantas autoestériles.
c) Plantas de polinización cruzada (por viento, insectos, agua, etc.).
d) Plantas autoincompatibles.
En las plantas alógamas hay un constante intercambio
genético, debido a que los gametos de una planta van a unirse con los gametos
de otra de la misma especie. Este intercambio se repite en cada generación, por
lo que se mantiene un alto grado de heterocigosis; es decir, los granos de
polen de cualquier planta quedan libres para ser transportados por el viento,
insectos o cualquier otro, medio hasta los estigmas de cualquier planta.
Ejemplos de plantas alógamas:
Maíz
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Cebolla
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Peral
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Espárrago
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Centeno
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Fríjol
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Pinos
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Zanahoria
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Remolacha
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Higuerillas
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Sandia
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Abetos
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Calabaza
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Manzano
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Zacate
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Copra
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Girasol
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Melón
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Alfalfa
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Lúpulo
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La composición de una población alógama deberá tomarse
muy en cuenta, cuando se trata de utilizarla para la obtención de nuevas
variedades a base de selección o de hibridación.
- Efectos de la
alogamia:
Los principales efectos de la alogamia en las plantas
son los siguientes:
a) Se incrementa la variabilidad genética en las
poblaciones, por su sistema de polinización cruzada.
b) A causa de la fecundación cruzada, la proporción de homocigotes en relación con la población total es demasiado baja, por lo que es difícil seleccionar un individuo homocigote.
c) Debido a la recombinación y predominio de heterocigotes, y a causa de la dominancia, muchos genes nocivos y letales persisten en la población en forma oculta.
b) A causa de la fecundación cruzada, la proporción de homocigotes en relación con la población total es demasiado baja, por lo que es difícil seleccionar un individuo homocigote.
c) Debido a la recombinación y predominio de heterocigotes, y a causa de la dominancia, muchos genes nocivos y letales persisten en la población en forma oculta.
Los efectos de la alogamia se pueden corregir en
parte, tomando en cuenta lo siguiente:
a. Utilizar métodos
especiales para que los genes letales y ocultos se expresen fácilmente, por lo
que se requiere trabajar con altas poblaciones.
b. Se requiere varias generaciones, debido a que los procedimientos de selección son lentos en este tipo de poblaciones.
b. Se requiere varias generaciones, debido a que los procedimientos de selección son lentos en este tipo de poblaciones.
b. Científicos del IPN
aplican técnicas para valorar propiedades de las semillas
Conecta Mx
Ciudad de México, martes 22 de noviembre
de 2011.
Con
el propósito de contribuir a incrementar la producción de maíz y lograr la
autosuficiencia en el abasto nacional, científicos del Instituto Politécnico
Nacional (IPN) aplican técnicas especiales de microscopía fotoacústica y
fotopiroeléctrica para evaluar la calidad de las semillas –es posible valorar
sus propiedades térmicas-, y distinguir entre semillas agrícolas de
diferentes ciclos productivos que pueden presentar algún deterioro.
El
proyecto lo desarrollan los investigadores de la Escuela Superior de
Ingeniería Mecánica y Eléctrica (ESIME), Unidad Zacatenco, de esta casa de
estudios, Flavio Arturo Domínguez Pacheco, Claudia Hernández Aguilar y Efraín
José Martínez Ortiz, quienes conjuntaron conocimientos de Ingeniería en
Sistemas, Física y Agronomía para aplicar la tecnología a favor de la
alimentación en México, toda vez que el maíz forma parte esencial de la dieta
básica.
Aseguraron
que uno de los problemas más graves en el cultivo del maíz es la pérdida del
40 por ciento de las cosechas a causa de plaga, pues a simple vista las
semillas están saludables, pero se siembran y no germinan.
“Gracias
a las nuevas técnicas aplicadas es posible detectar cuando las semillas son
atacadas internamente por plaga, debido a que los espectros obtenidos con la
fotopiroeléctrica muestran la falta del embrión de la semilla”, indicaron.
Flavio
Arturo Domínguez Pacheco, pionero a nivel mundial en la aplicación de la
microscopia fotoacústica y fotopiroeléctrica para evaluar semilla agrícola,
mencionó que este estudio es único en el mundo, porque si bien existen
especialistas de otros países que aplican estas técnicas en materiales
homogéneos, hasta el momento ningún investigador las había utilizado para
evaluar semillas no homogéneas.
“Solo
a nivel mundial Japón ha reportado estudios con arroz, que es una semilla más
homogénea, pero con diferente instrumentación óptica-electrónica”, agregó el
especialista de la ESIME Zacatenco.
Indicó
que “al ser utilizadas las celdas fotoacústicas y fotopiroeléctricas para
evaluar materiales biológicos no homogéneos, hemos obtenido espectros de
absorción que nos mostraron las diferencias internas entre las semillas de un
ciclo con respecto a otro; ópticamente en una imagen normal, no se pueden
apreciar estas diferencias entre la semilla nueva y las que ya están
deterioradas por el paso del tiempo”, apuntó.
Para
aplicar las técnicas mencionadas, el grupo de investigadores politécnicos
trabajaron en colaboración con especialistas del Centro de Investigación y de
Estudios Avanzados (CINVESTAV) del Instituto Politécnico Nacional, para
diseñar una instrumentación óptica electrónica que permite realizar el
estudio hacia el interior de las semillas.
Domínguez
Pacheco explicó que la técnica fotoacústica consiste en hacer incidir la luz
modulada sobre la muestra ubicada en una celda cerrada, la cual se calienta y
actúa como un pistón que genera impulsos que se captan por un micrófono. Esa
señal se envía a un amplificador lock-in y se hace llegar a la computadora.
Así se obtienen los datos para generar gráficos y obtener imágenes térmicas
que se interpretan en función de sus colores.
En
cuanto a la celda fotopiroeléctrica, expuso que se usa la misma
instrumentación, pero su sensor es un polímero recubierto con un material
altamente sensible al calor. “Se hace incidir una luz modulada láser sobre la
muestra y ésta genera cambios térmicos, la señal fotoacústica es
preamplificada y enviada al amplificador lock-in. Por medio de una
computadora se controla el movimiento de los ejes ‘x’ y ‘y’, para que se
registren los datos que son procesados mediante un software especial para
obtener una imagen digital”.
“Las
imágenes permiten apreciar las características del embrión, el almidón, los
componentes estructurales, así como detectar diferencias en humedad y la
posible viabilidad de la semilla, lo cual se proyecta mediante espectros”,
añadió Domínguez Pacheco.
Señaló
que visualmente una semilla puede aparentar estar sana, pero térmicamente se
pueden establecer diferencias entre una semilla y otra con distinta calidad;
por ejemplo, una de reciente cosecha y otra que tiene más tiempo almacenada.
Se pueden apreciar diferentes humedades y si el almidón fue desgastado por el
tiempo de un año con respecto a otro.
El
especialista precisó que “al aplicar estas técnicas se ahorrará tiempo y se
evitarán pérdidas de cosechas, porque ya no se sembrarían semillas con baja
calidad. Normalmente en el sector agrícola se hacen pruebas de viabilidad, de
germinación para observar el estado fisiológico y sanitario de la semilla,
las cuales tardan por lo menos siete días, mientras que con estas técnicas el
resultado de viabilidad se obtiene entre una y seis horas”.
A su
vez, Efraín José Martínez Ortiz señaló que por ser un proyecto que requiere
el uso de equipos especiales, desde 2011 trabajan bajo una perspectiva
transdisciplinaria; para ello han establecido colaboraciones con el
CINVESTAV, la Universidad Autónoma de Chapingo y la Facultad de Estudios Superiores
(FES) Cuautitlán, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) para
conjuntar conocimientos, tener oportunidad de realizar algunos experimentos y
contar con la validación de los métodos físicos que se proponen para el
sector agrícola y de alimentos.
También
cuentan con colaboraciones internacionales del Centro Nacional de
Electromagnetismo Aplicado, con sede en Cuba, y de la Universidad
Surcolombiana, establecida en Colombia.
Claudia
Hernández Aguilar mencionó que con el apoyo de una estudiante de doctorado de
la Universidad Autónoma Agraria “Antonio Narro”, en Saltillo, Coahuila, se
tratan semillas de maíz con láser de distintas longitudes de onda y se
establecen pruebas de germinación con diferente condición salina, ya que se
ha observado en investigaciones previas la posibilidad de bioestimular
semilla agrícola con dicha tecnología.
“Por
ello es necesario encontrar los parámetros óptimos de irradiación ya sea con
láser o con campo electromagnético fijo o variable”, expresó, y dijo que una
vez que se ha evaluado la calidad de las semillas, sería posible mejorar su
calidad fisiológica para incrementar su vigor y lograr que las plántulas
emerjan de la tierra en menor tiempo. “La meta es mejorar la calidad y la
producción en por lo menos 50 por ciento”.
Destacó
que el vigor de las semillas pre-siembra es fundamental para obtener cosechas
más abundantes, pues entre más vigorosa sea la semilla hay más posibilidad de
que se establezca la planta; cuando el vigor es menor se corre el riesgo de que
no brote la plántula o de que tarde más tiempo en emerger. “Lo ideal es que
si se siembran 100 semillas, todas se pudieran establecer en un amplio rango
de condiciones de campo”.
La
investigadorar señaló que las aportaciones del doctor Aquiles Carballo
Carballo, especialista en el estudio y mejoramiento genético de semillas de
maíz e investigador del Colegio de Postgraduados de la Secretaría de
Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), y
del doctor Alfredo Cruz Orea, especialista en Fenómenos Fototérmicos y
Fotoacústicos del CINVESTAV-IPN, Unidad Zacatenco, han facilitado el
desarrollo del proyecto.
Informó
que algunas publicaciones científicas derivadas del proyecto han sido
divulgadas por la NASA, por la Universidad de Harvard y por varios portales
de revistas internacionales alemanas y francesas.
Los
especialistas politécnicos destacaron que los proyectos que forman parte de
la citada línea de investigación, han recibido apoyo del IPN, y en breve, con
base en los resultados obtenidos hasta el momento, concursarán para obtener
apoyo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT) y del Instituto
de Ciencia y Tecnología del Distrito Federal (ICyTDF).
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Caracteres aplicados a la
valoración de lotes de semilla
Partiendo de
los caracteres individuales de las semillas, indicados anteriormente, se valora
la composición de los lotes de semillas considerando los siguientes aspectos:
Homogeneidad
del lote en la forma y color de las semillas. En este apartado se valora la composición del lote de
semilla atendiendo a su forma y color así como a la presencia de semillas con
defectos o fuera de tipo. En muchos casos la valoración dependerá de los
criterios del evaluador, aunque la presencia de mezclas o semillas con defectos
se considera negativo.
Calibre y
homogeneidad en el tamaño de las semillas. En este apartado se evalúa la composición del lote en
cuanto al calibre longitudinal de las semillas que lo integran. En el SERIDA,
para disponer de una valoración más exacta de este parámetro se analizan 200
semillas del lote atendiendo a su longitud y se clasifican en los siguientes
grupos: mayor de 24 mm, entre 22 y 24, entre 20 y 22 y menor de 20 mm.
La mayor
parte de los caracteres que se describieron anteriormente tienen una elevada
componente genética en su expresión; es decir, aparecen independientemente del
ambiente. Así, en la colección de judías del SERIDA se encuentran entradas
dentro del tipo comercial "faba granja" con una marcada forma
arriñonada, con bordes truncados o con veteados en su superficie. También,
caracteres específicos de las variedades como el hábito de crecimiento, la
precocidad o la resistencia frente a patógenos tienen una marcada influencia en
estos caracteres morfológicos vinculados a la calidad. De este modo, las nuevas
variedades resistentes a las razas locales de antracnosis y/o las variedades
precoces tienen una menor proporción de semillas manchadas.
No obstante,
el ambiente puede ser responsable de variaciones significativas. Por ejemplo,
las condiciones de secado en el campo y las de almacenamiento de la semilla
pueden influir en determinados caracteres como el color, la presencia de
manchas y roturas en el tegumento, entre otros. Unas condiciones inadecuadas de
secado o almacenamiento húmedo suelen estar relacionadas con la presencia de
manchas, colores amarillentos, semillas con superficie arrugada o presencia de
roturas en el tegumento. En este ambiente las semillas se pueden re hidratar y
deteriorar. Así mismo, unas coloraciones amarillentas pueden deberse a una
recolección prematura, antes de que la semilla haya terminado de secarse.
También los bajos calibres pueden ser debidos a problemas arrastrados durante
el cultivo como enfermedades o sequía. En consecuencia, disponer de lotes de
semilla con características superiores está condicionado, en gran medida, por
un correcto manejo del cultivo y por la elección de las variedades.
LUIS MONTEZUMA
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